Por: Carito Ochoa
En un extenso y emotivo mensaje dirigido a la ciudadanía, el diputado Juancho Muñoz se desahogó públicamente sobre las fracturas que atraviesan el sector alternativo en Bello, especialmente al interior del Partido Verde. Lejos de usar el espacio para atacar, el dirigente apostó por una reflexión profunda, con el objetivo de sanar heridas colectivas y convocar a un debate con altura.
“Les abro mi corazón sobre lo que pasa con los sectores alternativos en Bello, especialmente con el Partido Verde”, afirmó al inicio del pronunciamiento, que fue compartido en redes sociales y ha tenido fuerte eco en círculos políticos y sociales.
Durante su intervención, Muñoz admitió con franqueza el malestar que ha generado la reciente cercanía de algunos sectores del Verde con la actual administración municipal, liderada por el Centro Democrático. Aunque reafirmó su oposición firme a ese proyecto político, aclaró que su crítica no es personal ni moral, sino ideológica: “Lo que discuto es la decisión política de colaborar con esa agenda, desde un cargo de representación de nuestro partido”.
El diputado antioqueño, conocido por su estilo frontal, hizo un llamado a no confundir la firmeza con la hostilidad. “Debemos llegar al punto —y esto lo digo con toda convicción— en el que podamos ser duros con las ideas, pero cuidadosos con la dignidad humana”, sostuvo, en una clara respuesta a los ataques y comentarios que ha recibido en los últimos días.
“El conflicto, cuando es político y no personal, es necesario. Ignorarlo no lo resuelve: lo alimenta. Asumirlo con altura, por el contrario, nos puede fortalecer”, subrayó, citando incluso a la teórica belga Chantal Mouffe para reivindicar la necesidad de un pluralismo real dentro de las fuerzas progresistas.
En un tono autocrítico y a la vez esperanzador, Muñoz reconoció que la derrota electoral del sector alternativo en Bello dejó al descubierto profundas tensiones internas. Sin embargo, instó a sus compañeros de ruta —presentes y pasados— a no dejarse arrastrar por el odio ni por la desinformación.
“No todos queríamos ganar y perdimos categóricamente”, dijo sobre las elecciones pasadas. Pero también recordó que muchas de las diferencias se agravaron no por lo que se dijo abiertamente, sino por lo que se dejó de decir: “Así, casi sin darnos cuenta, se fue rompiendo el puente, se perdió el diálogo”.
El corazón de su mensaje radica en la coherencia como principio político. Para Muñoz, sumarse a un gobierno de corte uribista desde un partido como el Verde —con raíces éticas y ambientales— es una contradicción estructural: “El proyecto del Centro Democrático es —y lo diré con toda claridad— la antítesis de lo que representa el Partido Verde como fuerza ética, ambiental y progresista”.
Sin embargo, insistió en que esa postura no puede traducirse en una descalificación moral hacia quienes eligieron otro camino. La política, según Muñoz, debe sostenerse sobre el respeto: “Eso no convierte a quienes piensan distinto en traidores, ni a mí en un mártir”.
Al cierre, el diputado fue claro en su intención: no busca protagonismo ni revancha, sino abrir un espacio de honestidad política. “No soy un político frío ni calculador. Y no sé si eso es una virtud hoy en día, pero sí es parte de quien soy”, expresó.
Su mensaje final fue, ante todo, una alerta y una esperanza: “Que el enemigo, el verdadero, no se esconda entre nosotros mientras nos desgastamos peleando entre quienes alguna vez soñamos con lo mismo y caminamos codo a codo”.
Con esta intervención, Juancho Muñoz no solo se desmarca de ciertas decisiones tomadas por actores del mismo espectro político, sino que busca reconstruir los puentes rotos, sin renunciar a la firmeza de sus convicciones. Su llamado, en medio del ruido y la polarización, es claro: bajar el volumen del odio y volver a creer en el poder de la palabra política.
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